La liebre es un animal de mediano tamaño, pelo suave y corto, rabo corto y a diferencia del conejo tiene las orejas más largas. También tiene muy desarrollados el oído y el olfato, siendo la vista su peor sentido.
El tipo de vida que lleva la liebre, en terreno abierto, sin refugiarse en madrigueras abiertas en el suelo, ni entre piedras o troncos de árboles, motiva una especial adaptación del animal a este medio. Así, la liebre no solo es muy veloz y ágil, pudiendo alcanzar una velocidad punta de 70 Km/hora, sino que está siempre atenta a cuanto sucede a su alrededor, siendo una estampa clásica de la especie, verla sentada sobre el suelo con las patas delanteras colocadas de forma erguida, para escudriñar y vigilar cuanto sucede en su territorio.
La liebre es también sumamente recelosa y cautelosa, de forma que no se dirige nunca directamente a su lugar de encame, sino que con la clara intención de despistar a posibles depredadores y diluir su rastro, efectúa bruscos giros y cambios en el sentido de la marcha, para terminar dando un gran salto cuando está próxima a su refugio, colocándose en sentido contrario al llevado en la marcha.
La alimentación de este animal está basada en gramíneas, aportando también, raíces, bulbos o cortezas.
Al igual que el conejo, sufre una gran depredación siendo un importante sustento para aves, mamíferos y reptiles de nuestra fauna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario